“¿Cómo se hace para vivir cien años? ¿Se puede procesar la idea de la muerte, la posibilidad de la muerte propia? ¿Puede uno prepararse para eso? ¿Cómo se hace para superar la tragedia que implica la desaparición de un hijo?
Cuando conocí a Sofía, la abuela de Joana, yo ya había escuchado toda su historia, y lo que más me impresionó de ella no fue su inteligencia y lucidez a pesar de la edad (tenía 98) sino su paz, una sensación de armonía que pocas veces he visto.
La abuela Sofía cumple cien años y esto, además de ser en sí una noticia (sólo el 0,015 % de la población mundial alcanza esa edad), es una oportunidad para conocer a una persona excepcional.
Revisando la historia de Sofía me di cuenta que a veces son el amor y la generosidad las que pueden vencer a la muerte. El amor de ella hacia los demás y el de los demás, su hijo, sus nietos, sus amigos, hacia ella.
En el 2010 se cumplieron 200 años de la Revolución de Mayo. De esos 200 años del país, Sofía vivió exactamente 100. Contar su historia es también contar la historia de cuatro generaciones de argentinos, con todos los cambios políticos, sociales y tecnológicos que atravesaron, con todos los sueños y también las grandes tragedias que les ha tocado vivir".
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